En estos días ha habido dos bajas en el batallón de los valientes, y pudieron ser más. En Madrid se temió la catástrofe, en México se consumó.
La tragedia de un arte que es distinto a todos los demás.
Estamos demasiado bien acostumbrados en esta sociedad. No pensamos en la muerte, pero ahí está. La vemos en televisión y nos queda lejana. La vemos en una plaza de toros y nos escandaliza. La hipocresía de la educación en lo "políticamente correcto".
Yo no quiero verdades a medias ni mentiras piadosas.
¿Cómo debe ser saber que te vas a jugar la vida una tarde tras otra, sea en la plaza o en el campo? ¿Cómo debe ser vivir con la muerte susurrándote maldiciones y esperando tu caída? ¿Cómo será ser torero?
Mi pleitesía a los que cayeron y a los que quién sabe si caeran. Mi admiración a los que saben amar: a la vida, al toro, al toreo y al arte. Mi envidia sana, si es que sana puede ser la envidia.
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