Pues no tanto, la verdad. Porque lo que hoy se torea son medias corridas de toros. Allá por el siglo XVIII y anteriores lo normal era la corrida entera, que duraba mañana y tarde y en la que se corrían diez, doce o dieciocho toros de diversas ganaderías.
Luego se fue instaurando la media corrida, en la cual todos los toros pertenecían a la misma ganadería; y al final este modelo se impuso y así ha llegado a nuestros días.
¿Es conveniente ahora? Pues las taquillas y el público lo dirán. Ya es común, en los días grandes de cada feria, la corrida matinal y la vespertina.
Con el ambiente apropiado alrededor sería bonito. Salir de la plaza al mediodía e ir a uno de esos bares y restaurantes taurinos a comer y a conversar sobre lo que ha sucedido en la mañana y lo que se espera de la tarde. Tomar un café y dar un paseo por los alrededores de la plaza y disfrutar de actividades culturales relacionadas con la fiesta que se organicen en torno al evento...
¡Vivir un día de toros! Desde que te levantes hasta que te acuestes y no puedas conciliar el sueño por la emoción del día. Sin distracciones, como los toreros. ¡Ojalá!
Foto extraída de la página: www.conocermoralzarzal.es
Foto extraída de la página: recortesygalleos.blogspot.com.es
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